LANSING, Michigan (EVH) — El borrador de la opinión de la Corte Suprema de Estados Unidos que anularía la histórica decisión Roe v. Wade resonó en el campo de batalla político de Michigan, donde una prohibición total del derecho al aborto podría volver a entrar en vigor después de casi 50 años.

La gobernadora demócrata Gretchen Whitmer y la organización Planned Parenthood, anticipándose al fallo de la Suprema Corte, presentaron demandas hace menos de un mes para invalidar la ley inactiva de 1931 que permanece vigente, pero sin aplicación debido al fallo del alto tribunal de 1973.

La gobernadora está pidiendo a la Corte Suprema de Michigan que declare el aborto como un derecho constitucional y parte de los derechos a la privacidad y la integridad corporal, descalificando así la ley estatal de 1931 por estar en contra de la carta magna estatal.

El borrador de opinión filtrado publicado el lunes por la publicación “Político”, afirma que no existe un derecho constitucional a los servicios de aborto y permitiría a los estados individuales regular más fuertemente o prohibir por completo el procedimiento.

La ley de Michigan anterior al fallo Roe vs Wade seguía la línea de una ley similar de 1846, que convertía en un delito grave de cuatro años de cárcel el usar un instrumento o administrar cualquier sustancia con la intención de abortar un feto a menos que sea necesario para preservar la vida de la mujer. No tiene excepciones en casos de violación e incesto.

Los legisladores republicanos han bloqueado los esfuerzos de los demócratas para derogar la ley de 1931. La fiscal general demócrata del estado, Dana Nessel, y los fiscales demócratas en siete condados donde hay clínicas de aborto, se han comprometido a no aplicar la ley estatal.

Nessel dijo que cree que la prohibición anterior a Roe entraría en vigor de inmediato si se anula Roe. Advirtió que eso tendría un “efecto escalofriante” para los médicos, en parte porque los fiscales que están a favor del derecho al aborto pueden ser reemplazados por aquellos que no lo están. Ella dijo que la ley también podría interpretarse para criminalizar los abortos autoinducidos.

“Es un conjunto de circunstancias muy extraña, porque por lo general a lo largo de la historia, las sociedades ganan derechos, no los pierden”, dijo.

Los 10 candidatos republicanos que compiten para desafiar a Whitmer en las elecciones de noviembre están en contra del aborto. Muchos se oponen, excepto para proteger la vida de la mujer, alineándose con la posición de la organización Right to Life of Michigan. Al menos dos, el propietario de la empresa Kevin Rinke y el capitán de la policía estatal Michael Brown, favorecen excepciones adicionales como la violación y el incesto.

“Si es cierto, creo que la Corte Suprema actuó correctamente al permitir que la gente de Michigan tomara su propia decisión”, tuiteó Rinke. “Como gobernador, me aseguraré de que Michigan sea un estado que respete la santidad de la vida”.

Otra candidata, la ex presentadora de noticias conservadora Tudor Dixon, emitió una larga declaración diciendo que ella es “pro-vida” y que las mujeres no tienen que “escoger y elegir” entre tener un bebé.

El comité de Libertad Reproductiva para Todos está recolectando firmas para hacer el derechoi al aborto una ley y necesita recolectar alrededor de 425,000 firmas válidas de votantes antes del 11 de julio para realizar la votación de noviembre.

 

En Michigan, el 70% de los votantes en las elecciones presidenciales de 2020 dijeron que la Corte Suprema debería dejar Roe v. Wade como está y el 27% dijo que debería anular la decisión.

(Con información de AP)