ISLAMABAD (AP) — Las autoridades paquistaníes interceptaron un paquete con ántrax dirigido a la oficina del primer ministro, dijo el miércoles el portavoz del premier, despertando nuevos temores de seguridad en un país que batalla con extremistas islámicos.
Nadie resultó enfermo por las mortíferas esporas en el paquete, que fue enviado en octubre por una profesora no identificada, dijo Akram Shaheedi, portavoz del primer ministro Yusuf Raza Gilani. Añadió que el motivo no estaba claro.
Shaheedi dijo que análisis en laboratorios del Consejo de Investigaciones Científicas e Industriales en Islamabad confirmaron que el paquete contenía ántrax.
Agregó que el paquete fue recibido en octubre, aunque no explicó porqué el incidente no fue revelado hasta ahora.
Hakim Khan, de la Policía de Islamabad, dijo que la oficina del primer ministro le informó a la agencia del incidente hace unos pocos días y que la causa penal fue presentada el martes, con lo que se da inicio a la investigación policial. Dijo que no se habían realizado arrestos hasta ahora.
Al-Qaida y otros grupos extremistas islámicos han lanzado numerosos ataques armados y con bombas contra el estado paquistaní y blancos occidentales en años recientes, pero no se sabe que los extremistas hayan enviado cartas o paquetes con material tóxico.
Funcionarios estadounidenses han expresado preocupaciones desde hace tiempo sobre la posibilidad de que al-Qaida y grupos similares usen agentes químicos y biológicos en sus ataques.
El contacto con esporas de ántrax puede ser fatal, pero preparar la bacteria en una forma que pueda ser enviada fácilmente requiere conocimiento especializado y acceso a un laboratorio.
Poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, cartas con ántrax fueron enviadas a oficinas de prensa y del gobierno, incluyendo la oficina de un senador estadounidense. Cinco personas murieron y otras 17 se enfermaron.
El FBI anunció en 2008 que un científico en un instituto de investigaciones del ejército era responsable por los ataques y el sospechoso se suicidó antes de ser arrestado.
Por otra parte, aviones caza paquistaníes bombardearon el miércoles los escondites de dos comandantes rebeldes a lo largo de la frontera afgana, con resultado de 31 insurgentes muertos, dijeron fuentes gubernamentales y de seguridad.
Uno de los fallecidos fue Moin ud Din, quien era dirigente del Talibán paquistaní en la región de Orakzai, dijo un funcionario de seguridad que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones a la prensa.
Fue imposible confirmar de manera independiente estos hechos debido a que la región fronteriza está efectivamente fuera del alcance de la prensa.
Los rebeldes han puesto antes en duda las versiones del ejército sobre las bajas y grupos de derechos humanos aseguran que las acciones militares a menudo causan la muerte de civiles
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