BEIRUT (AP) — El secretario general de la ONU Ban Ki-moon acusó el jueves al régimen sirio de potenciales crímenes contra la humanidad mientras activistas reportaron nuevos actos de violencia en Dará, la ciudad donde comenzó el levantamiento popular contra el presidente Bashar Assad hace 11 meses.
En declaraciones emitidas ante reporteros en Viena, Ban exigió al régimen sirio que deje de usar la fuerza indiscriminada contra los civiles que quedan atrapados en medio de los combates entre efectivos del gobierno y opositores. "Vemos vecindarios cañoneados indiscriminadamente, hospitales usados como centros de tortura, niños de 10 años encadenados y maltratados", dijo Ban. "Vemos casi con certeza un crimen contra la humanidad".
Activistas sirios dijeron que las fuerzas del gobierno atacaron Dará el jueves, efectuaron arrestos y dispararon en forma aleatoria en la ciudad considerada cuna de la revuelta. También reportaron intensos enfrentamientos entre desertores del ejército y fuerzas del gobierno en la provincia central de Hama.
La ofensiva contra Dará, ubicada a 130 kilómetros (80 millas) al sur de Damasco, se da después de asedios contra las ciudades rebeldes de Homs y Hama, y parece ser parte de un esfuerzo del régimen para extinguir focos de disidencia.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, fincado en Gran Bretaña, dijo que las fuerzas de seguridad mataron al menos a un civil en Dará, y que los choques entre desertores y tropa oficial dejaron muertos a por lo menos tres soldados del régimen.
El combate más letal entre tropas y desertores ocurrió en la villa de Kfar Nabudé, en la provincia de Hama, donde las fuerzas del gobierno mataron a 10 desertores y a cuatro civiles, de acuerdo con el Observatorio. El grupo dijo que los desertores atacaron un retén militar cerca del poblado de Soran, también en Hama, matando a cuatro soldados.
Los Comités de Coordinación Local, otro grupo activista, dijeron que 40 personas fueron muertas el jueves en diversas partes del país, 13 de ellas en la provincia de Hama.
La revuelta en Siria comenzó en marzo con protestas en su mayoría pacíficas contra la dinastía de la familia Assad, pero el conflicto se ha vuelto más violento y militarizado en los últimos meses, ya que desertores del ejército contraatacan a las fuerzas gubernamentales.
La Asamblea General de la ONU programó para el jueves una votación sobre una resolución patrocinada por representantes árabes que condena firmemente las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el régimen sirio y respalda un plan de la Liga Arabe que busca poner fin al conflicto.
No existe el veto en el organismo mundial de 193 países y diplomáticos de la ONU dijeron que la resolución, que tiene 60 patrocinadores, sería aprobada casi con seguridad.
Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, sí reflejan la opinión mundial sobre temas relevantes, y quienes avalan la propuesta esperan que la aprobación envíe un mensaje enfático al régimen de Assad
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