GRAND RAPIDS, Mich. – Más de 600 personas de todo Grand Rapids se reunieron en el centro de la ciudad el jueves 30 de junio por la noche para interactuar con la nueva y poderosa organización que han construido, como lo es Together West Michigan (TWM), y para pedir a los ciudadanos locales que se unan al trabajo de hacer de Grand Rapids un lugar más equitativo y donde todos vivan en comunidad. Algunos asistentes caminaron hacia el evento con carteles de las organizaciones miembros de TWM.
Dieciséis funcionarios públicos o sus representantes de todos los niveles de gobierno asistieron al animado evento en la Iglesia Presbiteriana de Westminster y se comprometieron enérgicamente a trabajar con Together West Michigan en las áreas de salud mental, vivienda, acceso y bienestar para los inmigrantes, cuidado infantil asequible, seguridad pública y transporte. A cada funcionario electo se le pidió que indicara en qué tema estaba más interesado en trabajar con TWM.
La reverenda Lynette Sparks de Westminster Presbyterian, copresidenta del evento, dijo:
“Escuchamos una historia de un Gerente local que dijo una vez: ‘Si quieres un asiento en la mesa, muestranos lo que puedes hacer primero, luego consigues un asiento. Así que eso fue lo que hicimos, empezamos a construir Together West Michigan para empoderar a aquellos que sienten que no tienen voz. Hasta la fecha, Together West Michigan representa y sirve a más de 18,000 personas de 20 congregaciones y organizaciones, miembros que normalmente no tienen un asiento en la mesa de poder. ¡Y apenas empezamos!”.
El jueves fue cuando la organización se hizo pública oficialmente. Entre los asistentes había representantes de más de 40 entidades que no forman parte de Together West Michigan. El reverendo Willie Gholston, el otro copresidente, dijo “Grand Rapids es como muchas ciudades: mucha filantropía y caridad, pero poca justicia y equidad y voz para los ciudadanos comunes. Las personas sienten que no tienen control sobre sus vidas; ellos se sienten solos. Han perdido la esperanza de que su voz pueda marcar la diferencia” “Este es nuestro momento de hablar por los castigados, los privados de sus derechos, los marginados, los condenados al ostracismo e incluso por los masacrados”, dijo Gholston.
El representante estadounidense Peter Meijer asistió al evento, junto con los comisionados de la ciudad de Grand Rapids Joe Jones, Milinda Ysasi, Kurt Reppart y Senita Lenear. Estuvieron presentes los comisionados del condado de Kent, Dave Bulkowski, Stephen Wooden, Carol Hennessy y Melissa LaGrand, así como los comisionados de la ciudad de Kentwood, Clarkston Morgan, Ron Draayer y Jessica Ann Tyson. Tony Baker, miembro de la Junta de Escuelas Públicas de Grand Rapids, y Brandon Davis, director de Supervisión y Responsabilidad Pública de Grand Rapids, también asistieron.
Tres representantes estatales, Tommy Brann, Carol Glanville y Rachel Hood, quienes se habían comprometido a venir, enviaron un mensaje de que una audiencia presupuestaria tardía los mantuvo en Lansing. Glanville y Brann enviaron un comunicado comprometiéndose a trabajar con TWM. Hood y la senadora estatal Winnie Brinks enviaron a un representante a la reunión. Seis oradores compartieron historias donde reflejan la campaña de tres meses de TWM que llegó a más de 1,300 personas.
Monica Mitchell, de la Iglesia Unida de Cristo de Plymouth, se enfrenta a la falta de vivienda porque no puede encontrar una vivienda asequible mientras vive de los aportes que recibe por su discapacidad “Tenemos que esperar ser incluidos en la Sección 8. ¿Sabes cuánto dura esa lista de espera? Tenemos que esperar por viviendas asequibles. ¿Sabes cuánto dura esa lista de espera? “Imagínese cuando pueda ir a casa y pueda alimentar a sus hijos, o pueda cenar el domingo con sus hijos y sus nietos”, continuó Mitchell. “Hay una madre aquí que desearía poder hacerlo, pero como no puede pagarlo, no puede”.
La líder local de salud mental Jamie Dalton, fundadora de I Matter, We Matter, habló sobre la pérdida de su hijo Jodeci por suicidio y la necesidad de un mejor acceso a los servicios de salud mental en Grand Rapids “Los desafío a unirse a mí, unirnos todos, para mirar la enfermedad mental con los lente de la conciencia. Aceptar el desafío. Porque yo importo, tu importas. Jodeci importaba. Nosotros importamos”, dijo Dalton.
Hilda Goldwater, maestra de escuela pública de Wyoming e inmigrante de México, habló sobre los 55,000 residentes del condado de Kent que no nacieron en los Estados Unidos y que enfrentan importantes barreras culturales y de idioma todos los días. Ella dijo que los inmigrantes a menudo son vistos como miembros desechables de la comunidad.
“¿Te imaginas estar en medio de un país donde no hablas el idioma sin familia, sin ayuda?” dijo Goldwater. “No necesitamos el nombre de una calle de César Chávez. Necesitamos invertir en estas personas, en estos hermanos y hermanas, porque podemos ayudar y podemos hacer de West Michigan un mejor lugar para vivir”.
La líder, Alaina Dobkowski de Access of West Michigan, entidad sin fines de lucro, habló sobre la lucha de su familia para encontrar cuidado infantil asequible para sus tres hijos, una historia común que se escuchó en las 180 reuniones de grupos pequeños de TWM esta primavera.
“Necesitamos entornos asequibles, seguros y positivos para nuestros niños, también salarios justos y competitivos para quienes los cuidan”, dijo Dobkowski.
Peter TeWinkle, pastor de la Iglesia Oakdale Park en Grand Rapids, habló sobre las preocupaciones de sus vecinos, de la necesidad de seguridad pública, que incluye, desde interacciones con la policía hasta topes de velocidad por el tráfico del vecindario. “Se trata de saber que si envías a tu padre o madre ancianos a salir a caminar, estarán seguros cruzando la calle”, dijo. “Se trata de saber que si envías a tus hijos a jugar y se acercan demasiado a la calle, regresarán a casa sanos y salvos”.
Puedo recordar un sábado reciente cuando los representantes de Together West Michigan entraron al 49507 para averiguar qué pensaban los residentes, TeWinkle dijo: “Tantas de las historias que escuchamos en el vecindario ese día eran sobre esa necesidad humana básica de seguridad”.
Didasi Mbongya, migrante congoleña y miembro de la Catedral de San Andrés, había sido
Invitada para hablar sobre las luchas que los inmigrantes tienen con el transporte, pero en cambio habló sobre un intento de robo de automóvil y robo a mano armada que ocurrió en su residencia en la avenida Cass el miércoles y jueves. Mbongya explicó que su familia vino aquí en busca de paz y una vida mejor, pero estas experiencias le hicieron dudar de la seguridad de Grand Rapids “Sentí que no importaba”, dijo Mbongya. “No sé si esto es algo que debería encontrar en este País."
El representante de Estados Unidos, Meijer, prometió que trabajaría con Together West Michigan y respondió a la historia de Mbongya. “Puedes contar conmigo como socio aquí”, dijo Meijer. “Didasi, quiero decirte que te escucho y te veo y lo que pasaste no es aceptable en nuestra comunidad”.
Al final del evento y con el escenario repleto, se invitó a los asistentes a inscribirse para unirse a uno de los seis equipos de temas, y se registraron aproximadamente 500 personas, quienes llenaron tarjetas de compromiso. Ya se han programado reuniones. Los equipos comenzarán la investigación de casos y sus posibles soluciones.
El Rev. Robert Dean de New Life Church of God in Christ, Grand Rapids, clausuró el evento y relató poderosas anécdotas donde experimentó el racismo, tanto en Grand Rapids, cuando era niño, y cuando él y su madre visitaron Mississippi en transporte público. Apuntando a un gran letrero de Together West Michigan en el frente del santuario, Dean dijo: "Esto no es solo un eslogan, sino un movimiento."
