BEIRUT (AP) — Las fuerzas de seguridad de Siria se
desplegaron por Hama el jueves mientras varios manifestantes arrojaban
pintura roja en las calles para representar la sangre derramada hace 30
años durante una conocida matanza ordenada por el padre y predecesor del
presidente Bashar Assad.
La masacre de 1982 en Hama, que acabó con vecindarios enteros y dejó miles de muertos, fue una de las fuentes de inspiración en los levantamientos en Siria que dieron inicio hace casi 11 meses para poner fin a cuatro décadas de gobierno de la familia Assad.
Cientos de soldados e integrantes de las fuerzas de seguridad llegaron a Hama el jueves, donde cerraron la vía pública y montaron puestos de control. "Hay un puesto de control cada 100 metros", indicó Ahmed Jimejmi, residente de Hama.
Los activistas pintaron dos calles de rojo en Hama en representación simbólica de sangre y arrojaron colorante rojo en las aguas del famoso y antiguo molino de Hama.
Grafitis en los muros decían "Hafez murió y Hama no. Bashar morirá y Hama no".
El padre de Assad, Hafez, ordenó el cruel ataque en Hama hace 30 años para acallar una revuelta contra su mandato. La organización Amnistía Internacional ha calculado que entre 10.000 y 25.000 personas murieron en el incidente, si bien el gobierno sirio nunca dio una cifra oficial de muertos.
Durante las siguientes dos décadas y hasta su muerte, Hafez Assad gobernó sin enfrentar oposición y la matanza quedó guardada en las mentes de los sirios.
Ahora el país enfrenta una revuelta mucho mayor en contra de Bashar Assad en la que, de acuerdo con Naciones Unidas, más de 5.400 personas han muerto en la campaña del gobierno sirio contra sus opositores
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