LAGOS (AP) — La policía nigeriana detuvo a un miembro
prófugo de una secta radical musulmana, sospechoso de haber tramado el
atentado del día de Navidad que mató por lo menos a 44 personas, dijo el
viernes un agente.
Kabiru Sokoto escapó al día siguiente de haber sido detenido, y además de ocasionar una incómoda situación al gobierno provocó el cese del máximo dirigente policial nigeriano.
El vocero presidencial Reuben Abati dijo el viernes a The Associated Press que agentes de la policía secreta detuvieron a Sokoto en el estado de Taraba, fronterizo con Camerún. Abati no dio más detalles y refirió todas las preguntas sobre el tema al servicio Estatal de Seguridad.
Una vocera de la policía secreta se negó a formular comentarios, aunque otro agente que habló a condición de guardar el anonimato por no estar autorizado a hablar con los periodistas dijo que los policías detuvieron a Sokoto oculto en una línea de tender ropa en una vivienda de ese estado.
Sokoto será trasladado por aire a Abuja, la capital nigeriana, en un avión de la fuerza aérea, dijo el agente.
La policía considera a Sokoto, presunto miembro de la secta radical Boko Haram, cabecilla en el atentado del 25 de diciembre contra la iglesia católica de Santa Teresa en Madalla, una ciudad situada en las afueras de Abuja.
Empero, Sokoto escapó de la custodia policial al día siguiente de ser detenido, lo que puso en una incómoda situación a la policía federal nigerina, mal pertrechada. El presidente Goodluck Jonathan cesó después al máximo jefe de la policía pocos meses antes de su retiro obligatorio.
El atentado ocurrió al comenzar la mañana cuando los feligreses abandonaban el templo tras un servicio religioso. Un vehículo cargado de explosivos, detonado cerca de la entrada de la iglesia, causó estragos entre los que salían.
Los heridos abrumaron pronto la capacidad de los servicios de emergencia.
Boko Haram se atribuyó posteriormente el atentado y los ataques perpetrados en otras dos ciudades nigerianas, que también causaron muertos. La secta, cuyo nombre significa "la educación occidental es un sacrilegio", aspira a implantar una versión extremista de la ley musulmana sharia en esta nación de más de 160 millones de personas.
En lo que va de año la secta ha matado por lo menos a 270 personas, según cálculos de AP
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