Pensilvania: Cárcel a hombre que mató a anciana y a su hijo
EASTON, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Un hombre convicto de matar a una mujer de 97 de años y al hijo adulto de ésta en el este de Pensilvania fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Drew Rose, de 39 años, fue sentenciado en base a acusaciones de que mató a la mujer y al hijo de ella, y luego le prendió fuego a la casa en el municipio de Palmer.
Rose, oriundo de Bethlehem, se declaró culpable el viernes de homicidio culposo, robo con allanamiento de morada, incendio premeditado y robo.
Las victimas fueron Virginia Houck y su hijo Roger Houck, de 61 años.
Los fiscales inicialmente deseaban pedir la pena capital, pero luego la descartaron como parte del acuerdo de culpabilidad.
Las autoridades dicen que en enero de 2019 Rose, hijo de un excuidador de Virginia Houck, necesitaba dinero para el alquiler y urdió un plan para robar a la mujer.
Su exnovia comentó a un jurado investigador que Rose llegó a la casa con unas galletas y le comentó a su hijo que era un amigo de la familia que había trabajado para su madre, pero una vez que estuvo en el interior de la vivienda, ordenó al hombre que le comprara unos artículos en internet y que los enviaran a su residencia.
Cuando Roger Houck se rehusó, señalaron los fiscales, Rose lo agredió y estranguló, huyendo con 280 dólares. Los fiscales afirmaron que regresó de madrugada, amarró a la mujer y la aventó por las escaleras que llevaban al sótano para después incendiar la casa. Un médico forense dijo que Virginia Houck fue hallada todavía atada y que falleció por inhalación de humo y quemaduras, mientras que su hijo, también atado por los pies, murió por “violencia homicida”.
“Este es uno de los casos más monstruosamente malvados que he presenciado”, dijo el fiscal de distrito Terry Houck, quien no es familiar de las víctimas.
Aunque el acuerdo de culpabilidad exime a Rose de recibir la pena de muerte, el fiscal señaló que Pensilvania no ha ejecutado una sentencia de muerte en décadas. Dijo que “no quería depreciar ni un ápice lo que estas personas pasaron antes de morir”.